Los principales expertos de una universidad agraria en el estado de Washington han llegado a la conclusión de que hay tipos especiales de suelos que pueden suprimir los efectos de los virus fitopatógenos.
Con base en observaciones a largo plazo, los estadounidenses determinaron que en algunos casos el suelo tiene la capacidad de contrarrestar algunos tipos de parásitos. Y, al sembrar plantas en ese suelo, los agricultores pueden esperar que su cosecha no se vea afectada por ciertas enfermedades.
Y si los cultivos “captan” el virus, el suelo ayudará a eliminar el ataque infeccioso en el menor tiempo posible.
Según los científicos que llamaron la atención sobre el efecto curativo del suelo, tipos únicos de suelo pueden resistir tanto las plagas microscópicas como los peligrosos virus bacteriológicos y todo tipo de infecciones fúngicas de las plantas.
Como resultado de la investigación, fue posible descubrir cómo la naturaleza dotó al suelo de habilidades curativas. Resultó que el suelo desarrolla inmunidad a varios virus y plagas después de un largo período de brotes frecuentes de enfermedades.
En otras palabras, este proceso se puede comparar con la forma en que una persona desarrolla inmunidad contra muchas enfermedades a lo largo de su vida.
Muy pronto, según los desarrolladores de Washington, se compilará un mapa de suelos curativos, que se dividirá por tipo y se introducirá activamente en los procesos agrícolas de los EE. UU.